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7 Versículos Bíblicos para la Ansiedad

  

mujer ansiosa

Cuando la cabeza no para hay una verdad más grande que nuestros pensamientos

Una pausa para los días en que la ansiedad nos visita

Hay momentos en los que todo parece desordenado.
El día comienza acelerado, los pensamientos no se detienen y sentimos la necesidad de controlar cada detalle. Queremos resolver, anticiparnos, entender… pero en medio de esa urgencia olvidamos algo esencial: Dios no se guía por la prisa.

No actúa con apuro ni bajo presión. Su tiempo es perfecto, aunque a veces no lo comprendamos.

Pensemos en esto: si somos madres, seguramente lo hemos vivido.
Un hijo pequeño pide dulces justo antes de la cena. Aunque lo amamos, sabemos que darle los dulces en ese momento no es lo mejor porque le dolería el estómago o no querría comer la cena. Por eso le decimos que espere.
Es probable que llore, se enoje o se frustre. Incluso aunque le expliquemos con paciencia por qué debe esperar, muchas veces no nos escucha, porque quiere las cosas cuando las desea.
Pero como lo amamos y queremos lo mejor para él, insistimos y le pedimos que tenga paciencia, sabiendo que eso es por su bien.

De la misma manera actúa Dios con nosotras.
Nos escucha, conoce nuestros deseos y anhelos, pero sabe cuándo es el momento justo para que recibamos lo que pedimos, o cuándo algo que queremos no es lo mejor.
A veces, su respuesta es un “todavía no” o un “no”, que pueden ser difíciles de aceptar, pero provienen de su amor y sabiduría.

En esos días en que la ansiedad nos visita y sentimos que todo se escapa de las manos, podemos volver a su Palabra y encontrar descanso:

1- “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que Él ha hecho.”
Filipenses 4:6

2-“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque Él cuida de ustedes.”
1 Pedro 5:7

“Cuando la ansiedad me dominaba, tu consuelo me llenó de alegría.”
Salmo 94:19

3-“Tú guardarás en completa paz a todas los que confían en ti.”
Isaías 26:3

4-“Venid a mí todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.”
Mateo 11:28

5-“Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros.”
1 Pedro 5:7 (otra versión para recordar)

6-“El Señor es mi pastor; nada me falta.”
Salmo 23:1

7-“Mis tiempos están en tus manos.” — Salmo 31:15

El desafío más grande es soltar el control.
Rendir nuestra voluntad. Confiar.
A veces creemos que ya lo hicimos, pero el corazón nos recuerda que seguimos intentando manejarlo todo con nuestras fuerzas.
Por eso, podemos hacer una pausa y orar con humildad:

Una oración para esos días puede ser algo así:
“Señor, perdóname por querer controlar lo que solo Tú puedes manejar. A veces me cuesta soltar, me inquieta esperar y no saber. Pero hoy vengo a entregarte mis cargas. Ayúdame a confiar, a recordar que Tus planes son mejores que los míos. Muéstrame cómo descansar en Tu tiempo y en Tu amor. Amén.”

Hoy, regalémonos una pausa. Respiremos profundo.
No estamos solas. Dios camina con nosotras. Su Espíritu Santo vive en nosotras. Démosle lugar para hablarnos... escuchemos su voz.

Pasemos más tiempo con Dios: leyendo Su Palabra, alabando, compartiendo con otras mujeres de fe.
Y cuando un pensamiento negativo nos ataque, recordemos alguno de los versículos que ya hemos visto.

Dios nunca llega tarde.
Nunca se retrasa. Nunca se equivoca.



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