Cada mañana nos ofrece una nueva oportunidad para dedicarle el primer tiempo del día a Dios, reconociendo que es Él quien renueva nuestra mente, fortalece nuestro espíritu y nos guía en cada paso. Comenzar el día con Él nos prepara para vivir con paz, esperanza y obediencia.
Hoy queremos compartirte 7 hábitos que podemos incorporar para hacer de este momento un espacio real y transformador de conexión con Dios.
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Dedicar tiempo a la oración al iniciar el día
Antes de comenzar cualquier actividad, apartemos unos minutos para abrir nuestro corazón a Dios, pedir su guía y agradecer por su fidelidad. Así, ponemos en sus manos cada aspecto de nuestra jornada.
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.” (Filipenses 4:6) -
Leer un versículo o pasaje bíblico que fortalezca tu fe
Escoge un fragmento breve de la Biblia que te recuerde la verdad de Dios y su amor. No es necesario leer mucho, sino con intención y corazón abierto.
“No se conformen a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente.” (Romanos 12:2) -
Reflexionar sobre lo leído y cómo aplicarlo
Pensar con calma qué nos dice Dios a través de ese pasaje y cómo podemos vivirlo durante el día, obedeciendo su voluntad. -
Declarar en oración las verdades de Dios para fortalecer tu mente
Hablar con Dios reafirmando quiénes somos en Él y pidiendo que su Espíritu renueve nuestro pensamiento y voluntad.
“La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.” (Proverbios 18:21) -
Llenar tu mente con palabras que edifican
Escuchar o leer devocionales, canciones o mensajes bíblicos que te fortalezcan y te mantengan enfocada en la verdad de Dios.
“Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.” (Romanos 10:17) -
Escribir en un diario espiritual lo que Dios pone en tu corazón
Anotar oraciones, revelaciones y agradecimientos para fortalecer tu relación con Dios y seguir creciendo en la fe.
“Es bueno mostrar agradecimiento al Señor, y cantar alabanzas a tu nombre, oh Altísimo.” (Salmo 92:1) -
Terminar este tiempo inicial con gratitud
Agradecer a Dios por su amor, su fidelidad y por la oportunidad de comenzar un nuevo día bajo su cuidado.
“Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:18)
Darle a Dios el primer tiempo de cada día es reconocer que solo en Él encontramos la verdadera renovación y fuerza. No es nuestra mente por sí sola, sino el Espíritu Santo quien transforma nuestro pensar y guía nuestro andar. Que cada mañana sea una entrega consciente a su dirección, para vivir en obediencia, honra y gloria a su nombre.
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