Ir al contenido principal

Devocional Proverbios 3:5-6 : Fortalece tu fe

Mujer estresada

Confía aunque no entiendas

Proverbios 3:5-6 – “Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.”

Hay días en los que todo parece moverse bajo nuestros pies. Los planes no salen como esperábamos, las respuestas tardan en llegar, y las emociones se mezclan entre la ansiedad, el cansancio y la incertidumbre. ¿Te ha pasado? A todas nos pasa.

En esos momentos, lo que más cuesta es confiar. Porque confiar no es algo pasivo. Es un acto profundo. Es una decisión de rendir el control, de soltar nuestras ideas y aferrarnos a la certeza de que Dios está obrando, incluso cuando no lo vemos, incluso cuando todo parece confuso. Es mirar más allá de lo visible y descansar en su fidelidad.

1. Confiar no es entender

Dios no nos pide que entendamos todo lo que está pasando. Él nos pide que confiemos en Él. El versículo dice "con todo tu corazón", no con una parte, ni solo cuando las cosas tienen sentido. Confiar con todo el corazón es seguir creyendo aunque no haya señales visibles de cambio, aunque las circunstancias no se acomoden como quisiéramos.

A veces buscamos explicaciones. Necesitamos entender por qué pasa lo que pasa. Pero Dios no siempre nos muestra el panorama completo. A veces solo nos da un paso a la vez. Y ahí, en ese paso, nos invita a caminar por fe.

2. No te apoyes en tu propia inteligencia

Vivimos en una cultura que valora mucho la lógica, la planificación y la autosuficiencia. Y claro que está bien pensar, analizar, organizar. Dios nos dio capacidad para eso. Pero cuando nos apoyamos únicamente en lo que podemos razonar, nuestra fe se debilita. Nos agotamos intentando controlar todo.

Confiar en Dios no es dejar de hacer nuestra parte, pero sí es dejar de llevar la carga como si todo dependiera de nosotras. Es decirle a Dios: “Señor, esto me supera, necesito que tomes el control”. La fe comienza justo en ese punto donde nuestras fuerzas ya no alcanzan.

3. Él enderezará tu camino

Este es el fruto de la confianza: cuando lo reconocemos a Él en medio de nuestro día, de nuestras decisiones, de nuestras dificultades, Él comienza a allanar el camino. Quizás no cambia todo de inmediato, pero algo cambia en nosotras.

La paz empieza a brotar. La dirección comienza a llegar. La esperanza se renueva. Y con el tiempo, al mirar hacia atrás, podemos ver cómo Dios fue obrando en cada detalle. En cosas que no imaginábamos. En momentos donde pensábamos que nada estaba ocurriendo.

También es importante recordar que las cosas no siempre van a salir como queremos o como oramos. A veces los planes cambian. Pero podemos tener la seguridad de que Dios tiene el control. Él ve más allá. Su plan es perfecto, aunque no lo entendamos en el momento.

Aplicación práctica

Hoy te invito a entregar eso que estás cargando. Tal vez sea una preocupación que no te deja dormir, una decisión difícil, una espera que se hace larga o una herida que aún duele.

Cierra los ojos un momento. Respira profundo. Y repite en tu interior: “Señor, no entiendo todo, pero confío en Ti”.

La confianza no siempre surge sola. A veces necesitamos elegir confiar, aun con temor. Pero cada vez que damos ese paso, algo se fortalece dentro de nosotras.

Oración sugerida

Tómate un momento para hablar con Dios desde tu corazón. No necesitas usar palabras complicadas ni oraciones perfectas. Solo abre tu alma. Cuéntale lo que sientes. Tus dudas, tus miedos, tus deseos, tus silencios. Él escucha. Y responde a su tiempo, de la mejor manera.

Oro para que este post sea de bendición y que el Espíritu Santo te lo recuerde cuando lo necesites
¡Dios te Bendiga!

Si esta nota fue de bendición, compártela con tus amigas:

También pueden ser útiles: